sábado, 10 de octubre de 2015

LECTURAS DEL SÁBADO XXVII DEL T. ORDINARIO 10 DE OCTUBRE (VERDE O BLANCO)


"Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica".





ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lc 1,28. 42

Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que elegiste como Madre del Salvador a la santísima Virgen María, singularmente bendita entre los pobres y los humildes, concédenos que, siguiendo su ejemplo, te rindamos el homenaje de una fe sincera y pongamos en ti toda esperanza de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA 

Empuñen las hoces, porque ya la mies está madura.

Del libro del profeta Joel: 4, 12-21


"Que se levanten las naciones y acudan al valle de Josafat: allí me sentaré a juzgar a las naciones vecinas. Empuñen las hoces, porque ya la mies está madura; vengan a pisar las uvas, porque ya está lleno el lagar, ya las cubas están rebosantes de sus maldades.

Multitudes y multitudes se reúnen en el valle del juicio, porque está cerca el día del Señor. El sol y la luna se oscurecen, las estrellas retiran su resplandor. El Señor ruge desde Sión, desde Jerusalén levanta su voz; tiemblan los cielos y la tierra.

Pero el Señor protege a su pueblo, auxilia a los hijos de Israel. Entonces sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que habito en Sión, mi monte santo. Jerusalén será santa y ya no pasarán por ella los extranjeros.

Aquel día los montes destilarán vino y de las colinas manará leche. Los ríos de Judá irán llenos de agua y brotará un manantial del templo del Señor, que regará el valle de las Acacias. Egipto se volverá un desierto y Edom una árida estepa, porque oprimieron a los hijos de Judá y derramaron sangre inocente en su país.

En cambio, Judá estará habitada para siempre, y Jerusalén, por todos los siglos. Vengaré su sangre, no quedarán impunes los que la derramaron, y yo, el Señor, habitaré en Sión".

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 96 

R/. Alegrémonos todos con el Señor.


Reina el Señor, alégrese la tierra, cante de regocijo el mundo entero. Tinieblas y nubes rodean el trono del Señor, que se asienta en la justicia y el derecho. R/.

Los montes se derriten como cera ante el Señor de toda la tierra. Los cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos. R/.

Amanece la luz para el justo y la alegría para los rectos de corazón. Alégrense, justos, con el Señor y bendigan su santo nombre. R/.


ACLAMACIÓN  







Lc 11, 28 R/. Aleluya, aleluya.

Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica, dice el Señor. R/.

Dichosa la mujer que te llevó en su seno. —Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios.

Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 27-28


En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: "¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!" Pero Jesús le respondió: "Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acoge, Señor, estas ofendas que manifiestan nuestro filial servicio, para que, al celebrar la obra de la caridad inmensa de tu Hijo, seamos confirmados en el amor a ti y al prójimo, a ejemplo de la bienaventurada Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Santa María Virgen

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 86, 3; Lc 1, 49

De ti se dicen maravillas, Virgen María, porque ha hecho en ti cosas grandes el que todo lo puede.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concede, Señor, a tu Iglesia que, fortalecida por la gracia de este sacramento, recorra con alegría los caminos del Evangelio, hasta que alcance aquella dichosa visión de paz, de la que ya goza la Virgen María, tu humilde esclava, eternamente gloriosa. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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