miércoles, 3 de septiembre de 2014

LECTURAS DEL MIÉRCOLES XXII DEL T. ORDINARIO 3 DE SEPTIEMBRE SAN GREGORIO MAGNO PAPA Y DOCTOR DE LA IGLESIA (BLANCO)


Y él, imponiendo las manos sobre cada uno, los fue curando de sus enfermedades.






ANTÍFONA DE ENTRADA

San Gregorio, elevado a la cátedra de Pedro, siempre buscaba el rostro del Señor, y permanecía en la contemplación de su amor.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que cuidas de tu pueblo con bondad y lo gobiernas con amor, por intercesión del Papa san Gregorio Magno concede tu espíritu de sabiduría a quienes has encomendado el gobierno de la Iglesia, a fin de que el progreso de las ovejas en la santidad sea el gozo eterno de sus pastores. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Nosotros somos colaboradores de Dios, y ustedes, campo de Dios y construcción de Dios.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 3, 1-9

Hermanos: Anteriormente no pude hablarles como a hombres movidos por el Espíritu Santo, sino como a individuos sujetos a sus pasiones. Como a cristianos todavía niños, les di leche y no alimento sólido, pues entonces no lo podían soportar. Pero ni aun ahora pueden soportarlo, pues sus pasiones los siguen dominando. Porque, mientras haya entre ustedes envidias y discordias, ¿no es cierto que siguen sujetos a sus pasiones y viviendo en un nivel exclusivamente humano?

Cuando uno dice: “Yo soy de Pablo”, “Yo soy de Apolo”, ¿no
proceden ustedes de un modo meramente humano? En realidad, ¿quién es Apolo y quién es Pablo? Solamente somos servidores, por medio de los cuales ustedes llegaron a la fe, y cada uno de nosotros hizo lo que el Señor le encomendó. Yo planté, Apolo regó, pero fue Dios quien hizo crecer. De modo que ni el que planta ni el que riega tienen importancia, sino sólo Dios, que es quien hace crecer. El que planta y el que riega trabajan para lo mismo, si bien cada uno recibirá el salario conforme a su propio trabajo. Así pues, nosotros somos colaboradores de Dios y ustedes son el campo de Dios, la casa que Dios edifica.

Palabra de Dios.

Te alabamos Señor.

Del salmo 32

R/. Dichoso el pueblo escogido por Dios.

Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, dichoso el pueblo que
escogió por suyo. Desde el cielo el Señor, atentamente, mira a todos los hombres. R/.

Desde el lugar de su morada observa a todos los que habitan en el orbe. Él formó el corazón de cada uno y entiende sus acciones. R/.

En el Señor está nuestra esperanza, pues él es nuestra ayuda y nuestro amparo; en el Señor se alegra el corazón y en él hemos confiado.
R/.

ACLAMACIÓN  Lc 4, 18





R/. Aleluya, aleluya.

El Señor me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva y anunciar la liberación a los cautivos. R/.

También a los otros pueblos tengo que anunciarles el Reino de Dios, pues para eso he sido enviado.

Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 38-44

En aquel tiempo, Jesús salió de la sinagoga y entró en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron a Jesús que hiciera algo por ella. Jesús, de pie junto a ella, mandó con energía a la fiebre, y la fiebre desapareció. Ella se levantó enseguida y se puso a servirles.

Al meterse el sol, todos los que tenían enfermos se los llevaron a Jesús y él, imponiendo las manos sobre cada uno, los fue curando de sus enfermedades. De muchos de ellos salían también demonios que gritaban: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”. Pero él les ordenaba enérgicamente que se callaran, porque sabían que él era el Mesías.

Al día siguiente se fue a un lugar solitario y la gente lo andaba buscando. Cuando lo encontraron, quisieron retenerlo, para que no se alejara de ellos; pero él les dijo: “También tengo que anunciarles el Reino de Dios a las otras ciudades, pues para eso he sido enviado”.

Y se fue a predicar en las sinagogas de Judea. 

Palabra del Señor.

Gloria a ti Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Concédenos, Señor, que en la celebración de san Gregorio nos aproveche esta ofrenda, por cuya inmolación quisiste que se perdonen los pecados del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 12, 42

Éste es el siervo fiel y prudente, a quien el Señor puso al frente de su familia, para darles a su tiempo la ración de trigo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

A quienes alimentas con Cristo, pan de vida, instrúyenos, Señor, por Cristo, verdadero maestro, para que en la festividad de san Gregorio, aprendamos tu verdad y la llevemos a la práctica en la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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