martes, 10 de junio de 2014

LECTURAS DEL MARTES X DEL T. ORDINARIO 10 DE JUNIO (VERDE)


Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres.






ANTÍFONA DE ENTRADA (Ap 7, 9)

Vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla, de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas.

ORACIÓN COLECTA

Señor, Dios nuestro, que en la alianza instituida por Cristo, de entre todas las naciones continúas formándote un pueblo que tu Espíritu Santo congrega en la unidad, haz que tu Iglesia, fiel a la misión que le confiaste, camine siempre con la familia humana, para que sea fermento y alma de la sociedad, de tal modo que sea renovada en Cristo y transformada en familia tuya. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

La tinaja de harina no se vació, según las palabras que dijo el Señor por medio de Elías.

Del primer libro de los Reyes: 17, 7-16


Al cabo de algún tiempo, el torrente donde el profeta Elías estaba escondido se secó, porque no había llovido en la región. Entonces el Señor le dijo a Elías: "Anda y vete a Sarepta de Sidón y quédate ahí, pues le he ordenado a una viuda de esa ciudad que te dé de comer".

El profeta Elías se levantó y se puso en camino hacia Sarepta. Al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí a una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: "Tráeme, por favor, un poco de agua para beber". Cuando ella se alejaba, el profeta le gritó: "Por favor, tráeme también un poco de pan". Ella le respondió: "Te juro por el Señor, tu Dios, que no me queda ni un pedazo de pan; tan sólo me queda un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija. Ya ves que estaba recogiendo unos cuantos leños. Voy a preparar un pan para mí y para mi hijo. Nos lo comeremos y luego moriremos".

Elías le dijo: "No temas. Anda y prepáralo como has dicho; pero primero haz un panecillo para mí y tráemelo. Después lo harás para ti y para tu hijo, porque así dice el Señor de Israel: 'La tinaja de harina no se vaciará, la vasija de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra'".

Entonces ella se fue, hizo lo que el profeta le había dicho y comieron él, ella y el niño. Y tal como había dicho el Señor por medio de Elías, a partir de ese momento ni la tinaja de harina se vació, ni la vasija de aceite se agotó. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 4 

R/. Señor, no te alejes de nosotros.

Tú que conoces lo justo de mi causa, Señor, responde a mi clamor. Tú que me has sacado con bien de mis angustias, apiádate y escucha mi oración. R/.

Y ustedes, humanos, ¿hasta cuándo ultrajarán mi honor? ¿Hasta cuándo amarán lo que es engaño y se irán tras lo falso con ardor? R/.

Admirable en bondad ha sido el Señor para conmigo y siempre que lo invoco me ha escuchado, por eso en Él confío. Así que tiemblen y no pequen; mediten en silencio en su lecho. R/.

¿Quién nos hará dichosos, dicen muchos, si has querido, Señor, darnos la espalda? En cambio a mí, Señor, me has alegrado más que con trigo y vino en abundancia. R/.



ACLAMACIÓN (Mt 5, 16) 

R/. Aleluya, aleluya.

Que brille la luz de ustedes ante los hombres, dice el Señor, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos. R/.


Ustedes son la luz del mundo.

Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 13-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa. Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, acepta benigno los dones que te presentamos y concede a tu Iglesia, nacida del costado de Cristo dormido en la cruz, que por la participación en este sagrado misterio obtenga constantemente la santidad de vida que la haga más digna de responder a su autor, nuestro Señor Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Ap 7, 12)

La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza se le deben para siempre a nuestro Dios. Amén.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con el sacramento de tu Hijo, te pedimos, Señor, que hagas fecunda la actividad de tu Iglesia, por la cual revelas continuamente a los pobres la plenitud del misterio de salvación, ya que tú los has llamado a formar la parte predilecta de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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